INICIATIVA LEGISLATIVA MUNICIPAL
PROPOSICIÓN DE LEY ANDALUZA DE APOYO A LAS
PERSONAS Y FAMILIAS AMENAZADAS DE EJECUCIÓN HIPOTECARIA DE SU VIVIENDA HABITUAL
En los tres últimos años 350.000 familias españolas han
perdido sus viviendas al no poder pagar su hipoteca. De ellas 75.000 son
andaluzas.
Estas familias pagaban puntualmente sus cuotas mensuales
hasta que, en muchas de ellas, el paro y la terminación de las ayudas al
desempleo hicieron mella en sus hogares. Hasta que sus padres y hermanos
dejaron de ayudarles porque ellos también están llegando al límite de apoyo.
Esta crisis económica que han generado la avaricia de la
banca y la connivencia de los poderes públicos establecidos, va a seguir
favoreciendo que en los próximos dos años, otras 150.000 familias pierdan sus
casas y éstas pasen a propiedad de los bancos. Y además deben seguir pagando la
hipoteca de una vivienda que ya es del banco.
En el año 2002, la deuda del sector inmobiliario con los
bancos y cajas de ahorros (éstas acudieron al pastel del ladrillo con un ímpetu
desmesurado) era de 85.000 millones de euros. En julio de 2010 la deuda es de
alrededor de 450.000 millones de euros.
El crédito hipotecario, a día de hoy, de las familias es de
650.000 millones de euros aproximadamente. Una parte significativa de esa deuda
hipotecaria pertenece a familias que están al límite de la subsistencia
económica y que lógicamente atiende las necesidades alimenticias, de abrigo y
de supervivencia, antes que pagar la hipoteca. De igual manera que los pequeños
y medianos empresarios atienden la nómina y el pago a proveedores antes que a
Hacienda. Porque primero está la supervivencia, después las obligaciones
fiscales.
Pero esos 450. 000 millones de euros de deuda de las
constructoras y promotoras con los bancos y cajas son los mismos 450.000
millones de euros que deben los bancos y cajas españolas a los bancos europeos.
Es decir, los bancos y cajas financiaban “el milagro español” del ladrillo con
dinero prestado por los bancos europeos.
Cuando el Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero se
ufanaba que en España se construían más viviendas que en Alemania y Francia
juntas, se estaba gestando el diferencial del impacto de la crisis en los
distintos países europeos. El desempleo es mucho menor en el resto de países
europeos que en España porque ellos no han creado un monocultivo del ladrillo,
creado artificialmente.
Evidentemente, las necesidades de vivienda no eran, ni mucho
menos, las 4.770.000 viviendas construidas entre 2002 y 2007. Era una oferta
artificial, producto de un proceso puramente especulativo. Hoy día, el stock de
viviendas puede estar más cerca de los 2.000.000 de viviendas que de las
800.000 que reconocen los bancos y el gobierno.
Estos bancos y cajas concedían préstamos con una facilidad
increíble a familias con contratos precarios y temporales, a 30, 40 y 50 años.
Y estos bancos quieren ahora que se ejecute, en todos y cada uno de los casos,
la Ley Hipotecaria.
Esta Ley permite que ante una deuda vencida de una familia
con la entidad bancaria, la vivienda se subaste, se adjudique por el 60% de su
valor (que evidentemente estaba inflado por la espiral especulativa) y, además,
que el deudor siga pagando la hipoteca que ya es propiedad del banco.
Las familias que no pueden pagar, porque están en el paro y
no encuentran empleo, tienen que seguir pagando la hipoteca y buscarse una
vivienda de alquiler. No es necesario decir que sin encontrar empleo, es
“imposible” pagar la hipoteca y además pagar un alquiler. Lo que conlleva que
los miembros de la unidad familiar estén al borde de una espiral que los lleve
a la marginación social. Según datos del Consejo General del Poder Judicial las
viviendas embargadas en los últimos 3 años ascienden a 350.000.
Y ante esta situación, que se va a ver agravada en los
próximos cuatro años, el gobierno del PSOE, con el apoyo del PP, junto a los
bancos, sostiene que no se puede modificar la Ley Hipotecaria.
A los bancos y cajas se les ayuda constantemente. De hecho
son imposibles de cuantificar los centenares de miles de millones de euros de
ayudas de distinto tipo que han recibido del dinero público y los que van a
seguir recibiendo. Pero a las familias no se les puede ayudar cambiando la Ley
Hipotecaria. Parece que los bancos están por encima de las personas.
Esta situación se ha ido generando también porque en el
imaginario popular el acceso a una vivienda se entendía que era el acceso a la
propiedad de la misma, no se ha potenciado en las últimas décadas el alquiler.
Los jóvenes han aprendido de la experiencia de sus mayores y escogen
masivamente el alquiler en sus preferencias sobre el acceso a la vivienda.
Esta práctica bancaria de embargar y subastar la vivienda
atenta contra los principios del Estado Social y Democrático de Derecho: no es
acorde al mismo que la persona que de forma involuntaria se vuelve insolvente
además de perder su vivienda única, se quede con una deuda astronómica a causa
de un descalabro financiero del que no es responsable.

EXPOSICION DE MOTIVOS:
Existen demasiadas razones económicas, sociales, éticas y
políticas para apoyar desde la administración andaluza a las personas y
familias amenazadas con perder su vivienda habitual, al margen de la
posibilidad de modificar la ley Hipotecaria. No hablamos de medidas paliativas
una vez que la tragedia se ha producido, sino más bien de evitar que la misma
se produzca. Esta ley de vocación tuitiva en Andalucía persigue evitar el
embargo y el desahucio mediante la creación de una Oficina de Mediación y
Asesoramiento a las personas y familias amenazadas de embargo o ejecución
hipotecaria de su vivienda habitual, adscrita a la Consejería de Obras Públicas
y Viviendas. En coherencia con su finalidad protectora, enmarcada dentro de los
principios de austeridad económica de la administración, intentará que los
costes de la renegociación de los préstamos hipotecarios corran a cuenta de las
propias deducciones fiscales por vivienda en su porción recaudatoria
autonómica.
Además, seguirán existiendo razones jurídicas para reformas legislativas de competencia estatal, que se instarán desde el Parlamento Andaluz, con sujeción a los siguientes principios:
1. La injusta legislación
española en materia de hipoteca, con cláusulas abusivas, algunas derogadas
jurisprudencial y parcialmente como “el suelo” de muchas hipotecas.
2. Una Ley Concursal 22/2003
que fomenta el colapso de familias hipotecadas. Ley muy injusta que fue
elaborada en momentos de crecimiento económico y que sólo permite a las
empresas que puedan liquidar sus deudas y empezar de cero, pero no a las
personas físicas.
3. Ley de Enjuiciamiento Civil 1/200 que No facilita el ejercicio a la tutela judicial efectiva (otro derecho constitucional fundamental) de las personas afectadas por procesos de ejecución hipotecaria. Y lo más importante: cuando la subasta del inmueble como garantía de la deuda hipotecaria queda desierta el acreedor del préstamo puede adjudicarse hasta el 60% de su valor sin perjuicio del cobro de la deuda pendiente. Esto significa que las entidades financieras se adjudican inmuebles casi a mitad de precio y además siguen reclamando el pago de la deuda restante más los intereses y costas adicionales.
Por todo ello resulta urgente e imprescindible la combinación
de todas las medidas preventivas y paliativas que sean posibles para evitar
este drama familiar, ya sean provenientes de la administración andaluza como de
la estatal. Esta ley pretende dar algunas respuestas en ambas direcciones.

PROPUESTA DE TEXTO
LEGAL
1.- La Junta de Andalucía establecerá una Oficina de
Mediación y Asesoramiento a las personas y familias amenazadas de embargo o
ejecución hipotecaria de su vivienda habitual (OMA), adscrita a la Consejería
de Obras Públicas y Vivienda.
2.- La Oficina de Mediación y Asesoramiento, además de
prestar toda la información relativa a la contratación de garantías
hipotecarias, arbitrará a petición del interesado entre las entidades bancarias
y los ciudadanos andaluces que incurran en mora o prevean razonablemente el
impago de su préstamo hipotecario, velando por asesorar a las personas y
familias más necesitadas de protección por su situación económica y el estado
del procedimiento hipotecario.
3.- Para evitar el embargo o la ejecución hipotecaria, la
Oficina de Mediación y Asesoramiento intentará la renegociación del préstamo
hipotecario con la entidad bancaria, procurando introducir entre las nuevas
condiciones pactadas la responsabilidad limitada a la propia finca en virtud
del art. 140 de la Ley Hipotecaria, así como la ampliación del plazo de
devolución de lo debido hasta la fecha, con la correspondiente reducción de
cuota, o la concesión de una moratoria entre uno y tres años, siempre con
arreglo a la situación personalizada de la persona o la familia amenazada con
la pérdida de su vivienda habitual.
4.- Se procurará que el coste de la renegociación de las
condiciones de pago del préstamo hipotecario corra a cargo de la parte
autonómica de la deducción fiscal por vivienda que corresponda al interesado en
el IRPF.
5.- En el caso de pérdida de la vivienda habitual, la Oficina
de Mediación y Asesoramiento procurará el realojo digno de las personas y
familias desahuciadas.
DISPOSICIÓN ADICIONAL
Al amparo del presente texto normativo, se propone al
Parlamento de Andalucía para que inste al Gobierno Central y a los Grupos
Parlamentarios del Congreso de los Diputados y adopten las siguientes medidas:
1. MODIFICACIÓN DE LA REGULACIÓN HIPOTECARIA Y SOLICITAR LA
OBLIGATORIEDAD DE LA “DACIÓN EN PAGO”. Si la entidad bancaria ejecuta la
hipoteca y se queda con la vivienda, la totalidad de la deuda (principal más
intereses) queda liquidada, al igual que ocurre en otros países de la UE
(Modificación artículo 693 LEC).
2. MORATORIA E IMPLEMENTACIÓN DE MEDIDAS QUE PARALICEN
LOS DESHAUCIOS, especialmente de las familias en situación de insolvencia
sobrevenida o involuntaria.
IMPLANTACIÓN DE UN SISTEMA DE MEDIACIÓN PREVIA AL INICIO DEL
PROCEDIMIENTO JUDICIAL, que contemple un sistema de pagos extraordinarios para
familias insolventes y minimicen los embargos y desahucios.
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