Andalucía tiene una escasísima cuota de participación en la economía española (de cuatro a cinco veces menor que la de Cataluña, Madrid o País Vasco). Igualmente el escaso grado de diversificación de nuestra economía nos hace muy vulnerables en esta crisis (en todas y cada una de las crisis). En los últimos treinta años las distancias no se han acortado. Se mantienen... y las previsiones son que crecerán.
Andalucía tiene un escasísimo sector financiero y empresarial comparado con el existente en las comunidades citadas. En esta crisis (en todas y cada una de las crisis) se acrecienta la dependencia del capital externo y la deslocalización de los centros de decisión y poder fuera de Andalucía (son paradigmáticos los casos de Caja Sur y Caja Granada). En los últimos treinta años las distancias no se han acortado. Se mantienen... y la realidad es que aumentan cada día que pasa.
Andalucía desde 1984 ha dispuesto de una serie de planes económicos (PEA-Plan Económico para Andalucía; PADE-Plan Andaluz de Desarrollo Económico 1987-1990; PADE 1990-1994; Plan Económico Andalucía Horizonte 2000; Plan Económico Andalucía Siglo XXI 2002-2005...) diseñados como instrumento de planificación que aborde los graves problemas de dependencia y subordinación de la economía andaluza y que favorezca, al mismo tiempo, el crecimiento económico y la equiparación de los niveles de bienestar a la media del Estado. Es cierto que hemos mejorado en infraestructuras, equipamientos, asistencia, etc. Es cierto que hemos vivido periodos de crecimiento y sobretodo periodos de expectativas y euforia. La realidad ha discurrido por derroteros distintos de los pretendidos. Transcurridos treinta años las distancias no se han acortado. Se mantienen... Y crecen en esta crisis (en todas y cada una de las crisis). Las previsiones son que crecerán. Nos acercamos a un 30% de la población bajo el umbral de pobreza. Alcanzamos más del 24% de población en paro. El 54% de población joven en paro...
Andalucía logró en la fase previa del proceso autonómico y con el referendum por la autonomía la cota más alta de poder político (con pasión y razón). Nuestra configuración como autonomía se situó al mismo nivel de las comunidades autodenominadas históricas. Rompimos el diseño de un Estado desigual y asimétrico desde el punto de vista del poder territorial y competencial. También se fracturó el modelo bipartidista pactado entre las grandes fuerzas políticas con la presencia del Partido Andalucista en los parlamentos de Andalucía, Congreso de los Diputados, Parlamento de Cataluña y Parlamento Europeo (el diseño establecía un modelo heredero de la restauración: bipartidismo en el Estado, pluralismo en las autodenominadas comunidades históricas). Transcurridos treinta años la situación se vuelve a reproducir. El diseño que se plantea en esta crisis (en todas y cada una de las crisis) es intentar recuperar la España bipartidista y asimétrica que tenían diseñada hace treinta años. Las previsiones indican que van a lograrlo. Los grandes se distribuirán la representación del Estado y Andalucía. Cataluña y País Vasco se blindan (aun más).
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